La burbuja de la inteligencia artificial: ¿realidad o espejismo?

La burbuja de la inteligencia artificial: ¿realidad o espejismo?

Estamos en una montaña rusa llamada inteligencia artificial, y dos de sus mayores impulsores, Sam Altman y Mark Zuckerberg, ya han empezado a preguntarse si esto no es más que una burbuja a punto de estallar. Y no lo dicen con una sonrisa. Altman, después del lanzamiento de GPT-5, reconoció que la industria podría estar demasiado entusiasmada. Un dato curioso, considerando que su empresa, OpenAI, ha sido valorada en 500.000 millones de dólares, nada menos.

Altman y Zuckerberg, dos nombres que podrían ser protagonistas de una serie de ciencia ficción, están de acuerdo en que esta burbuja podría parecerse a la de las puntocom. ¿Recuerdan aquellos días de gloria y caída? Las comparaciones son odiosas, pero también inevitables. El problema es que, mientras todos intentan subirse a la ola, ¿quién se quedará en la orilla cuando explote?

OpenAI está en el ojo del huracán. Es la joya de la corona, pero también un gigante con pies de barro. A pesar de sus inmensas inversiones, aún busca cómo rentabilizar sus productos. Nvidia, por su parte, sigue impulsando la maquinaria. Y el ciclo se repite: OpenAI compra chips, Nvidia invierte en OpenAI, y la rueda sigue girando. ¿Les suena familiar?

Y luego está Mira Murati, quien abandonó OpenAI para fundar Thinking Machines. Ha recaudado 2.000 millones de dólares sin despeinarse, pero la pregunta es: ¿para qué? Hasta ahora, nadie lo sabe con certeza. Y eso, amigos, es un claro síntoma de que el entusiasmo puede estar desbordando la realidad.

El Deutsche Bank, siempre al acecho, ha advertido que puede haber una burbuja, pero también que esta no estallará de manera lineal. Tal vez la clave esté en aprender de las burbujas pasadas y no dejar que el entusiasmo nos haga tropezar. Al final, solo el tiempo dirá si la IA es el próximo Internet o solo un espejismo tecnológico.