Hablar de inteligencia artificial es hablar de un sueño que persigue a muchas empresas: el deseo de ser más eficientes, más rápidas, más inteligentes. Pero, ¿cuántas realmente lo están logrando? Resulta que solo un 17% de las grandes empresas ha conseguido mejorar sus beneficios en más de un 10% gracias a la IA. Un porcentaje que, según algunos, es una señal de que la inteligencia artificial aún tiene un largo camino por recorrer.
El problema no es solo la tecnología en sí, sino la capacidad de las empresas para adaptarse y escalar estas soluciones. La historia de la IA está llena de promesas no cumplidas y expectativas infladas. Incluso Gartner ha bajado a los agentes de IA a lo más bajo de su curva de expectativas.
Sin embargo, no todo está perdido. Hay empresas que han visto aumentos de productividad significativos en áreas específicas, aunque a nivel general, el progreso es más lento. Y aquí es donde entra la brecha entre los líderes y los rezagados. Las empresas más pequeñas enfrentan obstáculos adicionales: falta de datos, talento y recursos financieros.
Pero hay una luz al final del túnel. Se espera que los costos de entrada a la IA disminuyan, lo que podría dar un impulso a las empresas que aún están luchando. La clave está en liderar el cambio y en simplificar el acceso a tecnologías complejas.
Al final del día, la IA sigue siendo demandada, y no estamos en un nuevo «invierno» tecnológico. Las lecciones están ahí, esperando ser aprendidas, y con ellas, el potencial de la IA podría finalmente desatarse. La pregunta es, ¿estamos listos para dar el siguiente paso?

