La inteligencia artificial ha irrumpido en Hollywood con la fuerza de un huracán. OpenAI ha dado un paso audaz al anunciar Critterz, una película animada en gran parte con herramientas de IA. ¿Y dónde mejor para estrenarla que en Cannes? La industria cinematográfica está en vilo, observando atentamente este experimento que promete revolucionar el modo en que se hacen las películas.

Con un presupuesto que apenas toca los 30 millones de dólares, Critterz se presenta como un proyecto ambicioso que, si tiene éxito, podría alterar las reglas del juego en un mundo donde los costos de producción suelen ser astronómicos. La combinación de IA y talento humano pretende reducir los tiempos de producción a nueve meses, un tercio de lo habitual para películas de animación.

Pero no todo es color de rosa. Las cuestiones legales y de derechos de autor son una nube gris que se cierne sobre el proyecto. Además, el gremio de guionistas y actores no puede evitar sentirse inquieto ante el crecimiento de la IA en el entretenimiento. Sin embargo, como bien dice José Luis Farias, el público es el que tiene la última palabra. La película podría ser un hito o simplemente humo. Lo que es seguro es que marcará un antes y un después en la industria.