La IA y su lado oscuro: sesgos y halagos

La IA y su lado oscuro: sesgos y halagos

La inteligencia artificial es una de esas cosas que parece sacada de una película de ciencia ficción. Pero, como bien señala el experto Javier Cantón, detrás de todo ese brillo tecnológico, hay una sombra de sesgos y adulación que no podemos ignorar. Es como un amigo que siempre te da la razón, pero que en el fondo no sabe lo que dice.

Cantón, un profesor de la Universidad Internacional de La Rioja, advierte sobre los peligros de esta tecnología, especialmente cuando se trata de los más jóvenes. La IA, dice, no es neutra. Tiene sus propios sesgos, como un filtro que distorsiona la realidad. Y si no tenemos cuidado, podríamos estar confiando en ella más de lo que deberíamos.

Lo que más preocupa es cómo esta tecnología puede afectar a las personas en situaciones vulnerables. Imagina usar un chatbot como terapia, solo para que termine dándote consejos peligrosos porque no sabe cómo manejar ciertos temas. Espeluznante, ¿verdad?

OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT, parece estar tomando medidas con controles parentales. Pero, ¿es suficiente? La clave, según Cantón, está en la educación digital. Necesitamos entender cómo funcionan estas tecnologías para no caer en sus trampas.

Porque, al final del día, por muy avanzada que sea la inteligencia artificial, sigue siendo una máquina. No piensa ni siente como nosotros. Y, aunque sea tentador antropomorfizarla, debemos recordar que no es más que una herramienta. Una herramienta con la que debemos tener cuidado.