Imagina los pasillos de Washington.
Nada de experimentos de laboratorio, aquí se juega en serio.
OpenAI ha lanzado su oferta: ChatGPT Enterprise para el gobierno de Estados Unidos por… un dólar.
No, no es una broma.
Es una jugada maestra para entrar en el corazón del aparato burocrático más grande del mundo.
Y no están solos. Google, Anthropic, todos quieren su pedazo del pastel. Y Amazon, por supuesto, con su oferta de 1.000 millones en créditos.
¿Qué está en juego? No solo contratos, sino el control de la infraestructura algorítmica del futuro. Porque, al final del día, la pregunta no es solo quién tiene la mejor tecnología, sino quién define las reglas del juego. ¿Quién controla los algoritmos que empiezan a gobernar nuestras vidas? La respuesta está en el aire.
Pero una cosa está clara: el dólar de OpenAI podría ser la mejor inversión en la historia de la tecnología.
No por el retorno económico, sino por comprar una posición en la arquitectura del poder del futuro. En este tablero, las piezas se mueven rápido. Y el mundo observa con atención.

