Europa y la inteligencia artificial: el dilema de la productividad

Europa y la inteligencia artificial: el dilema de la productividad

Ah, Europa, tierra de historia, cultura y, según parece, una productividad que necesita un empujón. Según un informe de Accenture, la mitad de las grandes empresas europeas todavía no han dado el salto significativo a la inteligencia artificial. Esto es un problema, porque mientras en Estados Unidos un trabajador produce un 24% más que su par europeo, aquí seguimos debatiendo si la IA es una moda pasajera o la clave para cerrar esta brecha.

El informe pinta un futuro brillante si Europa abraza la IA: 200.000 millones de euros adicionales en ingresos anuales. Sí, leíste bien, 200 mil millones. Pero, claro, para llegar ahí, las empresas deben dejar de lado sus dudas y lanzarse al ruedo tecnológico. ¿Será que Europa, con su amor por las pequeñas y medianas empresas, puede encontrar en ellas el trampolín para alcanzar a sus rivales al otro lado del Atlántico? Parece que sí, pero solo si estas pymes logran superar su reticencia y adoptan la IA con el mismo entusiasmo que sus hermanas mayores.

El panorama varía según el sector. Mientras la automoción y la defensa avanzan con paso firme, otros como los servicios públicos se quedan rezagados. Y en casa, España, aunque muchas grandes empresas han nombrado directivos de IA, solo un 39% ha implementado una estrategia en firme. Todo esto nos deja en una situación en la que, a pesar de tener las condiciones óptimas para liderar, estamos a paso de tortuga.

La cuestión es: ¿estamos listos para tomar esta oportunidad única que la IA nos ofrece o seguiremos lamentándonos por la productividad perdida? La respuesta, querido lector, está en nuestras manos. Europa tiene lo que necesita, pero necesita hacer que suceda.