La revolución silenciosa de los wearables: lo que trae el CES 2025
En la bulliciosa ciudad de Las Vegas, donde cada inicio de año la tecnología y la innovación toman el centro del escenario, el CES 2025 ya está en marcha. Este gigantesco escaparate del futuro reúne a empresas, startups y gigantes tecnológicos con un objetivo claro: sorprender al mundo con sus novedades. Este año, todos los ojos están puestos en los wearables impulsados por inteligencia artificial, dispositivos que prometen llevar la tecnología más allá de lo que nuestro smartphone ya hace por nosotros. Pero, ¿será suficiente?
Más allá del hype: promesas y realidades de la IA
Durante años, la inteligencia artificial ha sido la protagonista indiscutible de la innovación tecnológica. En ediciones pasadas del CES, fuimos testigos de una avalancha de dispositivos que incorporaban esta tecnología, desde audífonos inteligentes hasta collares interactivos. Sin embargo, las expectativas no siempre se cumplieron. Productos como el Rabbit R1 o el collar Friend iniciaron la conversación, pero muchos quedaron en una promesa vacía, incapaces de demostrar que podían marcar una diferencia en la vida cotidiana.
Hoy, la historia parece repetirse, pero con un giro. Este año, la IA no busca ser el único argumento de venta. En lugar de eso, se presenta como una función más dentro de dispositivos multifuncionales que combinan diseño, utilidad y privacidad. Las gafas inteligentes Ray-Ban Meta, por ejemplo, han demostrado que el éxito radica en ofrecer una experiencia completa: capturar momentos, escuchar música y más, todo con un enfoque práctico.
El desafío de las startups: sobrevivir entre gigantes
Mientras gigantes como Meta lideran la integración de IA en sus productos, las startups se enfrentan a una lucha cuesta arriba. Según Anshel Sag, analista de Moor Insights and Strategy, la clave para competir no está en crear modelos de IA propios, sino en implementarlos de manera innovadora. Las pequeñas empresas están apostando por enfoques diferenciadores, como priorizar la privacidad del usuario, algo que podría atraer a aquellos que desconfían de las grandes plataformas de extracción de datos.
Por su parte, dispositivos como el pin Plaud.AI o las gafas de Looktech.AI intentan destacar ofreciendo controles personalizados y funciones prácticas, pero aún tienen un largo camino por recorrer para convencer al público de que necesitan algo más que lo que su teléfono ya puede hacer.
Un futuro de preguntas sin resolver
El CES 2025 no solo es un escaparate de tecnología, sino un termómetro de las necesidades y deseos de los usuarios. ¿Qué hará la IA por nosotros más allá de recordarnos que está ahí? ¿Realmente necesitamos dispositivos adicionales para las funciones que ya tenemos en la palma de nuestra mano?
Quizás la clave esté en repensar el propósito de la tecnología. En un mundo donde la inteligencia artificial está en todo, los consumidores ya no buscan gadgets que simplemente sean “inteligentes”. Buscan herramientas que cambien sus vidas de manera tangible, que sean útiles, accesibles y, sobre todo, confiables.
Este año, Las Vegas se viste de futuro. Pero detrás de las luces y los anuncios espectaculares, la pregunta persiste: ¿será la inteligencia artificial suficiente para construir un mañana que realmente deseemos?