Cómo la Inteligencia Artificial Está Cambiando la Prevención del Suicidio en la Medicina
Una herramienta de inteligencia artificial (IA) podría estar marcando la diferencia en un ámbito donde cada segundo cuenta: la prevención del suicidio. Investigadores del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt (VUMC) han desarrollado un modelo que utiliza información de los registros médicos electrónicos para identificar a pacientes con alto riesgo de intento de suicidio dentro de los próximos 30 días. Este avance, publicado en JAMA Network Open, podría revolucionar la forma en que los médicos detectan y actúan frente a este desafío de salud pública.
La herramienta, conocida como modelo de probabilidad de ideación e intento de suicidio de Vanderbilt (VSAIL), ha sido diseñada para integrarse en la rutina médica. Durante seis meses, en las clínicas de neurología de Vanderbilt, se generaron más de 7,000 visitas de pacientes, y VSAIL marcó a los casos de mayor riesgo mediante alertas automáticas.
Pero aquí es donde entra la verdadera innovación. El estudio comparó dos formas de presentar estas alertas a los médicos: una notificación interrumpida que requería acción inmediata y un sistema pasivo que simplemente mostraba el riesgo en el historial del paciente. Los resultados fueron claros: las alertas interrumpidas lograron que los médicos realizaran evaluaciones de riesgo en el 42% de los casos, frente a solo el 4% de las alertas pasivas.
Un enfoque centrado en la precisión
Lo que hace único a VSAIL es su capacidad para trabajar con un enfoque selectivo, analizando solo al 8% de los pacientes atendidos en estas clínicas. Esto es clave para no sobrecargar a los médicos, un problema conocido como «fatiga de alerta», en el que las notificaciones constantes pueden volverse contraproducentes. Sin embargo, el equilibrio sigue siendo un reto.
El modelo no solo busca identificar, sino también facilitar una conversación que muchas veces no ocurre: la detección temprana del riesgo de suicidio en pacientes que, por lo general, acuden al médico por razones aparentemente no relacionadas con su salud mental.
Impacto en la salud pública
Aunque el estudio no reportó ideaciones o intentos de suicidio durante los 30 días posteriores a la evaluación, el potencial del modelo es evidente. En pruebas previas, uno de cada 23 pacientes identificados por VSAIL informó posteriormente pensamientos suicidas. Este tipo de herramienta podría salvar vidas, especialmente si se implementa en otras áreas de la medicina donde los riesgos a menudo pasan desapercibidos.
Colin Walsh, líder del proyecto, es consciente de las limitaciones y ventajas de la IA en un entorno clínico. “No buscamos reemplazar la evaluación médica, sino complementarla”, afirma. Los próximos pasos incluyen ampliar la investigación y evaluar el impacto de las alertas interrumpidas a largo plazo.
El mensaje es claro: la tecnología puede ser una aliada poderosa en la prevención del suicidio, siempre que sea usada con cautela y diseñada pensando en el bienestar tanto de pacientes como de médicos. Este avance es una luz de esperanza en un problema que necesita soluciones urgentes.