No todo son buenas noticias para Alphabet. A pesar de unos resultados trimestrales que superaron expectativas, la matriz de Google ha vivido uno de sus peores golpes bursátiles recientes, desplomándose hasta un 8%. El motivo: un inesperado movimiento de Apple que amenaza su posición de dominio.

Apple, que ha visto cómo las búsquedas tradicionales pierden peso frente a plataformas de inteligencia artificial como OpenAI o Anthropic, ha decidido reforzar Safari mediante buscadores de IA. Eddy Cue, vicepresidente senior de servicios de Apple, testificó en el juicio antimonopolio contra Google asegurando que el futuro de las búsquedas ya no pasa exclusivamente por el todopoderoso buscador.

El desencuentro entre ambas compañías tiene fondo económico: Google paga a Apple unos 20.000 millones de dólares anuales para ser el buscador por defecto en Safari. Pero con la presión regulatoria aumentando y el mercado de la IA evolucionando, Apple ha optado por explorar nuevas alternativas.

La reacción bursátil no se hizo esperar. Alphabet se desplomó más de un 8%, arrastrando consigo a otras grandes tecnológicas y provocando una jornada volátil en Wall Street. Apple también cayó, aunque de forma más moderada, un 1,56%.

Cue dejó claro que plataformas de IA están ya sustituyendo a los buscadores tradicionales y que Safari debe incorporar esas nuevas opciones. Es más que un cambio tecnológico: es el inicio de una guerra abierta por el futuro del acceso a la información en internet.

El dominio de Google, construido a lo largo de dos décadas, podría estar viviendo sus primeras grietas serias. Y en Silicon Valley, todos huelen la sangre.