En 1989, Masamune Shirow nos advirtió sobre un futuro donde la tecnología podría poner en jaque la esencia humana. Treinta y cinco años después, sus palabras resuenan más actuales que nunca.
Durante una reciente entrevista con el diario Yomiuri, en el marco de una exposición dedicada a su carrera, el legendario creador de Ghost in the Shell volvió a expresar su inquietud por el rumbo que está tomando la inteligencia artificial. «Las palabras ya no se entienden y la Torre de Babel comienza a derrumbarse», afirmó Shirow, usando una potente metáfora para describir la creciente fragmentación de la comunicación humana a causa de la sobrecarga informativa y la manipulación digital.
Lejos de encontrar un eco reverente entre los fans, sus declaraciones desataron una inesperada oleada de críticas en redes sociales y foros especializados. Muchos usuarios le acusaron de estar «desconectado» o de emitir «advertencias aleatorias», y algunos comentarios fueron directamente despectivos hacia su figura personal. Un choque generacional evidente: mientras Shirow sigue viendo en la IA un riesgo para la identidad humana, muchos nuevos aficionados la consideran una herramienta creativa cotidiana.
Pero la reflexión de Shirow no es nueva. En Ghost in the Shell, su obra más influyente, ya anticipaba una sociedad donde la tecnología podía desdibujar los límites de lo humano. El «ghost» —ese alma digital— era su forma de advertir sobre el peligro de perder la esencia en un mundo dominado por las máquinas.
Hoy, cuando los algoritmos generativos y la automatización avanzan a velocidad vertiginosa, Shirow insiste en un problema más profundo: «Me preocupa cómo se entrena la IA y cómo se usa con malas intenciones. Además, hay mucha información valiosa que ni siquiera existe en internet». Su preocupación apunta a una inteligencia artificial que aprende de bases de datos incompletas y sesgadas, alimentando sistemas que podrían acabar reforzando la desinformación y la fragmentación social.
Shirow no está solo en su visión crítica. Expertos como Miyake Yoichiro, ingeniero de IA en videojuegos, también alertan sobre los peligros de una concepción limitada de la inteligencia artificial, basada en parámetros puramente técnicos. Miyake apuesta por una IA más «humana», integrando pensamiento oriental y occidental, en línea con la sensibilidad que Shirow ya reflejaba en su obra.
En un mundo cada vez más dividido por burbujas informativas y tecnologías opacas, las advertencias de Shirow merecen algo más que un rechazo generacional. Quizá sea el momento de escuchar a quienes vieron venir estos riesgos antes que nadie.

