Google avanza sin hacer ruido, pero gana la carrera de la IA

Google avanza sin hacer ruido, pero gana la carrera de la IA

Mientras el mundo se fascina con lo último de OpenAI, Google juega en otra liga. Sin grandes alardes, pero con paso firme, la compañía de Mountain View está construyendo un imperio invisible en inteligencia artificial. Su caballo ganador: Gemini.

Gemini 2.5 Pro es ahora mismo uno de los modelos más potentes en el mercado. Lidera rankings de rendimiento, es veloz, eficiente y más barato que muchos de sus rivales. A su lado, Gemini 2.5 Flash es más modesto pero aún más rápido y económico. Una combinación diseñada para conquistar tanto la nube como los dispositivos móviles.

Pero más allá de los benchmarks, Google ha tejido algo aún más valioso: una red. Gemini ya está integrado en Android, Gmail, Google Workspace o incluso en Firebase Studio, facilitando el trabajo a programadores. Y en paralelo, se exploran campos como el vídeo (Veo), la imagen (Imagen), la música (Lyria) o la voz (Chirp), todas con sello Google y disponibles en Vertex AI.

Incluso en el terreno de los agentes de IA, Google pisa fuerte. Su proyecto Astra, con realidad aumentada, o Mariner, para navegación autónoma, anticipan un futuro en el que las herramientas no solo responderán… sino que actuarán. Además, la adopción de protocolos como Agent2Agent refuerza su apuesta por una inteligencia que colabore y se comunique.

A pesar de esta ofensiva tecnológica, Google no domina la conversación pública. ChatGPT, con su popularidad, parece ser sinónimo de IA para muchos usuarios. Pero en las sombras, Google se posiciona como el competidor más serio y consistente. Su enfoque puede parecer más lento, más conservador. Pero no por eso menos eficaz.

Las revoluciones no siempre hacen ruido al llegar. A veces, se infiltran en nuestras búsquedas, nuestros correos, nuestros móviles. Y cuando queremos darnos cuenta, ya están en todas partes.