Cuando la burocracia frena la Justicia, la IA puede ser parte de la solución
En Aragón, como en tantas otras regiones, la justicia no siempre es sinónimo de rapidez. Expedientes que tardan semanas, bolsas de interinos con procesos complicados, solicitudes de justicia gratuita con papeleo interminable… Pero eso podría estar a punto de cambiar.
El Gobierno de Aragón ha decidido dar un paso firme hacia la transformación digital y ha puesto en marcha un plan con una inversión de dos millones de euros para aplicar inteligencia artificial (IA) en áreas clave de su administración. Uno de los frentes donde ya se empiezan a ver movimientos concretos es el Departamento de Justicia.
La idea es clara: si la tecnología puede ayudarnos a vivir más rápido, también puede ayudarnos a ser más justos… más rápido. ¿Cómo? Por ejemplo, agilizando el reconocimiento de la justicia gratuita. Un proceso que hasta ahora implicaba revisar ingresos, propiedades y otros datos del solicitante, se podrá automatizar con la ayuda de algoritmos, siempre con revisión humana. La IA recopilará y analizará la información, y los profesionales se encargarán de la validación final.
Otro uso concreto será el filtrado de méritos y currículums en las bolsas de interinos. ¿Cuántas veces se pierde tiempo en revisar decenas de solicitudes manualmente? La IA podrá hacer ese primer cribado, destacando lo relevante y aliviando una carga importante para los equipos.
El plan, todavía en fase de prueba, se enmarca dentro de una colaboración con AST (Aragonesa de Servicios Telemáticos), y no se queda solo en Justicia. En total, se estima que en esta primera fase la aplicación de IA permitirá tramitar de forma más eficiente hasta 350.000 expedientes al año, beneficiando directamente a unos 400 funcionarios públicos.
Este salto tecnológico ya tuvo un anticipo meses atrás, cuando se utilizó IA en la gestión de indemnizaciones tras accidentes con animales. Ahora, el reto es mayor: hacer que una administración que ha sido tradicionalmente lenta, se convierta en un ejemplo de eficiencia.
Quizá no sea la revolución que se ve en las películas. Pero para quienes esperan una respuesta de la administración, puede ser una mejora concreta y muy bienvenida.

