Durante décadas, saber si va a llover mañana ha sido un privilegio reservado a quienes manejan complejos modelos numéricos, superordenadores y presupuestos millonarios. Pero un nuevo sistema de inteligencia artificial está cambiando las reglas del juego, y promete algo revolucionario: que cualquier persona con un ordenador decente pueda generar predicciones meteorológicas precisas en cuestión de segundos.
Este avance se llama Aardvark Weather, y ha sido desarrollado por un grupo de investigadores de la Universidad de Cambridge, el Instituto Alan Turing, Microsoft Research y el Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Medio Plazo (ECMWF). La idea es simple pero poderosa: usar IA para procesar datos meteorológicos y generar pronósticos sin necesidad de una infraestructura tecnológica gigante.
El modelo se entrena con información recogida por satélites, estaciones terrestres, barcos y aviones. Una vez alimentado, puede predecir el tiempo hasta ocho días con una velocidad que deja atrás a los sistemas tradicionales. Mientras que una predicción numérica convencional tarda varias horas y requiere 1.000 horas-nodo de procesamiento, Aardvark puede hacer lo mismo en un segundo, usando solo cuatro GPUs de NVIDIA.
Pero más allá de la eficiencia, lo más interesante es la democratización del conocimiento meteorológico. Richard Turner, profesor en la Universidad de Cambridge, explica que este sistema no solo es más rápido y económico, sino también adaptable. Puede ofrecer pronósticos personalizados para sectores concretos: desde la velocidad del viento para parques eólicos en Europa, hasta las temperaturas clave para los cultivos en regiones rurales de África.
Esto lo convierte en una herramienta especialmente valiosa para países en desarrollo, donde el acceso a información meteorológica avanzada puede marcar la diferencia en agricultura, planificación urbana o gestión de desastres.
Aunque no es el primer intento de usar IA para estos fines —DeepMind ya presentó sistemas similares como GraphCast o GenCast—, Aardvark llega con la promesa de ser más accesible, más rápido y listo para ser utilizado fuera del laboratorio.
La meteorología, durante años un territorio cerrado, podría estar viviendo su momento de apertura. Y quizá, muy pronto, saber si necesitarás paraguas o no deje de depender solo de las grandes agencias… y pase a estar, literalmente, en tus manos.