A veces las revoluciones empiezan en los lugares más inesperados. ¿Quién iba a decir que Alicante, con su tradición gastronómica tan arraigada, se convertiría en un laboratorio de pruebas para la inteligencia artificial en el sector de la hostelería? Sí, la IA ha llegado para quedarse, y no, no se trata de que un robot te sirva la paella en la mesa. Es algo más sutil, más humano, podría decirse.
En una jornada organizada por el Ayuntamiento de Alicante y la Asociación de Restaurantes de Alicante, un grupo de 50 empresarios se reunió para explorar cómo la IA puede transformar su negocio. Eduardo G., uno de los asistentes, compartió su inquietud: «¿Cómo puedo involucrar más a mi equipo?» Y ahí estaba la IA, lista para dar respuestas con una serenidad casi zen. Estrategias de motivación, gestión de inventarios, gustos de los clientes… todo al alcance de un clic. Bueno, tal vez no sea tan simple, pero la promesa está ahí.
Claro que la IA no viene a reemplazar al chef o al camarero. Eso sería como decir que una calculadora puede sustituir a un matemático. No, lo que hace la IA es ser un copiloto, un aliado que te ayuda a tomar decisiones más informadas. Y en un mundo donde el tiempo es oro, liberarlo para que cada restaurante pueda centrarse en lo que realmente lo hace especial, es invaluable.
Lidia López, la concejala de Hostelería y Comercio, lo dejó claro: «La IA llega para ayudar, no para sustituir el talento humano». Y es que Alicante, que se prepara para ser la Capital Española de la Gastronomía 2025, quiere liderar el sector no solo con tradición, sino con innovación. ¿Y no es esa una combinación ganadora? Tradición y tecnología, de la mano.

