El martes no fue un buen día para muchos empleados de Amazon. Imagina recibir un mensaje de texto que te dice que revises tu correo antes de ir a la oficina. Así, sin más, como si fuera un recordatorio cualquiera. Pero no, era el aviso de que estabas en la lista de despidos. La misma empresa que acaba de ganar 21.187 millones de dólares en el último trimestre, se está deshaciendo de miles de trabajadores en todo el mundo. En España, unos 1.200 empleados están en la cuerda floja debido a un ERE.
El contraste es evidente. Mientras Amazon recorta personal, también está apostando fuerte por la inteligencia artificial. La automatización es la palabra del momento, aunque para muchos empleados eso signifique quedarse sin trabajo. ¿Es todo cuestión de tecnología? Según Andy Jayssy, el CEO, no se trata solo de eso. Habla de cultura y de la necesidad de tener una organización más ágil. Pero, ¿no es un poco irónico que mientras se despide a personas, se inviertan miles de millones en IA?
Lo cierto es que Amazon no está sola en esta tendencia. Otras empresas como Intel y Microsoft también están ajustando sus plantillas. Parece que la inteligencia artificial no solo está transformando los negocios, sino también las vidas de quienes trabajan en ellos. Y en medio de todo esto, el tema de los sindicatos sigue siendo un punto conflictivo. Amazon, con más de 1,5 millones de empleados, sigue sin representación sindical, lo que para algunos significa menos flexibilidad operativa, pero para otros, una falta de protección para los trabajadores.
No es fácil navegar en un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, pero eso no significa que debamos olvidar el lado humano de las decisiones corporativas. La pregunta es: ¿podrá la inteligencia artificial compensar el costo humano de sus avances?

