Hace unos años, si alguien hubiera dicho que China podría desbancar a Estados Unidos en tecnología, más de uno se habría reído. Pero aquí estamos, en 2023, y esa risa se ha convertido en una mueca de asombro. China ha cimentado su liderazgo en inteligencia artificial abierta, y el mundo está tomando nota.
Todo empezó en 2017, cuando Xi Jinping anunció su plan para dominar el mundo de la IA. Muchos pensaron que era un sueño imposible, pero hoy las cifras cuentan otra historia. China no solo publica más investigaciones que sus rivales occidentales, sino que también está liderando en patentes de IA generativa. DeepSeek, una start-up china, ha demostrado que no necesitas un presupuesto colosal para estar a la vanguardia. Con menos recursos que sus competidores americanos, ha logrado desarrollar tecnología igual de potente. ¿La clave? Modelos abiertos.
Mientras EEUU sigue apostando por modelos cerrados y de pago, China avanza con sistemas de código abierto, accesibles y gratuitos. Este enfoque no solo desafía el status quo, sino que también democratiza el acceso a la tecnología. Y en un mundo donde la IA es cada vez más central, la jugada de China podría cambiar las reglas del juego.
El Partido Comunista, con su riguroso control de internet, ha visto en el open source una estrategia para sortear restricciones y potenciar su influencia global. Así que, mientras muchos aún dudan de sus intenciones, China sigue avanzando, ofreciendo su experiencia y tecnología al mundo. La pregunta no es si podrá desbancar a EEUU, sino cuándo lo hará. Y al ritmo que van, parece que no tendremos que esperar mucho.

