La tecnología no deja de sorprenderme. La última novedad: avatares digitales que traducen la lengua oral a la lengua de signos en tiempo real. ¿No es increíble? Delfina Aliaga, una profesora que parece sacada de una película futurista, nos cuenta cómo estos avatares ya están funcionando en lugares como trenes y aviones. Puede que no sean perfectos, pero, ¡vaya avance! Me recuerda a esas películas donde los robots conviven con humanos. Pero no, esto es real y está pasando ahora.
Pero volvamos a la tierra. Aunque la tecnología avanza a pasos agigantados, Delfina nos recuerda que los intérpretes humanos siguen siendo necesarios. La lengua de signos es más que una simple traducción. Es cultura, es identidad. Y claro, en situaciones de emergencia, como cuando el tren se detiene sin previo aviso, estas herramientas aún no son suficientes. Pero soy optimista. La inteligencia artificial no es el villano de esta historia, sino un aliado que puede ayudar a que la vida de las personas sordas sea un poco más accesible. Siempre y cuando recordemos que detrás de cada avance tecnológico debe haber un toque humano.

