Hoy, a eso de las 11:30 AM, me toca hablar en Radio Nacional sobre un tema que, para ser honesto, me pone un poco en los nervios: los sesgos en la inteligencia artificial. Porque, vamos, todos hemos escuchado eso de que las máquinas son objetivas, imparciales, que no pueden equivocarse. Pero, ¿de verdad creemos eso? Si lo piensas, las IA no nacen de la nada. Absorben prejuicios y errores de los datos con los que las entrenamos. Y, últimamente, de los intereses económicos que las alimentan.
Imaginen una IA médica que aprende de registros hospitalarios que solo incluyen a ciertos grupos de personas. ¿Qué pasa con quienes no están representados? Lo mismo ocurre con los sistemas de reconocimiento facial o de procesamiento de lenguaje. Si no tienen diversidad en sus datos, adivinad qué: van a fallar.
Y luego está la parte comercial. La publicidad y el patrocinio están empezando a influir en las IA. Por ejemplo, Perplexity quiere insertar anuncios en sus respuestas. Dicen que no afectará el contenido, pero, ¿quién les cree? Ya hemos visto cómo los algoritmos ajustan mensajes según quién seas.
No basta con más IA; necesitamos IA crítica. Auditorías éticas, transparencia, mitigación de sesgos. Porque dejar decisiones importantes en manos de cajas negras no es el mejor plan. Hoy en la radio, hablaré sobre esto. Porque ese clic en tu buscador que parece tan inofensivo, puede estar guiado por agendas ocultas. Así que sí, la IA tiene sesgos, y es hora de que empecemos a hacer algo al respecto.

