Vamos al grano: en España, todo el mundo ha oído hablar de la inteligencia artificial. Pero cuando se trata de usarla en el trabajo, la cosa cambia. Según un informe que acaba de salir, aunque el 93% de los trabajadores conoce alguna herramienta de IA, la mayoría la usa más en casa que en la oficina. ¿Por qué pasa esto? Pues resulta que hay una brecha entre saber qué es la IA y cómo aplicarla realmente en el trabajo diario.
Montse Civera lo tiene claro: España necesita más formación y un enfoque ético para que la gente confíe en estas tecnologías. Porque, seamos sinceros, estamos lejos de sacarle todo el jugo a la IA. Narciso Michavila también lo dice: hay que convertir la curiosidad en habilidades prácticas.
Lo interesante aquí es que, aunque muchos ven la IA como una herramienta para tareas rutinarias, no la consideran esencial para su trabajo diario. Y eso es un problema. Porque si no la vemos como algo estratégico, nos estamos quedando atrás.
Y claro, luego está el tema de la formación. Solo el 9% de los trabajadores ha recibido capacitación en IA en sus empresas. ¿Cómo vamos a avanzar así? Aunque seis de cada diez empresas están intentando ponerse al día con programas de formación, todavía queda mucho por hacer.
Mientras tanto, otros países como Colombia nos están adelantando por la derecha en el uso laboral de la IA. Y aunque en Francia, Italia y España la cosa va más lenta, cada país tiene sus prioridades: eficiencia, reducción de costes, innovación… pero todos, al final, buscan lo mismo: sacar provecho de la tecnología sin perder empleos ni bajar salarios.