Médicos cautelosos ante la inteligencia artificial

Médicos cautelosos ante la inteligencia artificial

La inteligencia artificial y la medicina, dos mundos que prometen revolucionar el cuidado de la salud, están en un punto crítico. A pesar de las enormes ventajas que ofrece la IA en diagnóstico y tratamiento, los médicos están levantando la voz de alarma. ¿Por qué? Porque detrás de los algoritmos y las bases de datos hay riesgos que no se pueden ignorar.

El presidente de la Comisión de Ética y Deontología de la Organización Médica Colegial, José María Domínguez, lo dejó claro en un reciente encuentro en Santander: la IA en medicina es útil, sí, pero no puede ser autónoma. Y es que, ¿quién está realmente detrás de esos algoritmos? La falta de transparencia, esas temidas «cajas negras», es un tema que preocupa tanto como el posible sesgo en los datos que se utilizan.

Y aquí viene una de las preocupaciones más tangibles: los pacientes que llegan a las consultas después de consultar a la IA, como si ésta fuera un oráculo infalible. Domínguez advierte sobre el riesgo de que la tecnología sustituya el juicio clínico, algo que, según él, nunca debería ocurrir. La confianza ciega en la IA podría hacer que los pacientes pasen por alto síntomas importantes, creyendo que el diagnóstico automatizado es suficiente.

Es un momento de reflexión para la medicina. La IA puede ser un aliado poderoso, pero debe manejarse con cuidado. Al fin y al cabo, la tecnología puede cambiar muchas cosas, pero hay aspectos del cuidado de la salud que seguirán necesitando el toque humano. ¿Estamos listos para integrar la IA de manera segura y ética? Eso es algo que todavía está por verse.