La IA, el nuevo sabueso contra la corrupción

La IA, el nuevo sabueso contra la corrupción

La lucha contra la corrupción parece un juego interminable de gato y ratón, donde las reglas cambian constantemente. Pero en septiembre de 2024, un equipo de cerebritos de las universidades de Valladolid, Burgos y La Rioja nos dio una luz al final del túnel. Crearon una herramienta de inteligencia artificial que, en teoría, predice la corrupción en la contratación pública. Y no, no es magia, es el poder de los datos.

Imagina rastrear 70,000 licitaciones públicas en 33 países europeos. Suena a pesadilla, ¿verdad? Pero con IA, esto es posible y, además, efectivo. Iván Pastor y su equipo no miden la corrupción directamente; atacan sus señales. La idea es que si un contrato público recibe pocas ofertas, hay un tufillo sospechoso en el aire. Y sí, en muchos casos, esto es una señal de prácticas corruptas.

La IA, con su capacidad para analizar millones de datos al instante, nos permite detectar irregularidades que nuestros ojos humanos jamás captarían. Es como tener a Sherlock Holmes en tu bolsillo, pero mucho más rápido. Puede encontrar precios inusuales, licitaciones sospechosas y hasta colusiones entre licitadores. Todo esto mientras sorbes tu café de la mañana.

Ahora bien, no todo es color de rosa. Algunos advierten que la IA también puede servir a los malos de la película, ayudándoles a encontrar grietas en el sistema. Y lo curioso es que, a pesar de su enorme potencial, esta herramienta no ha sido adoptada aún por las administraciones públicas. ¿Miedo al cambio? ¿Desconfianza hacia la tecnología? Quién sabe. Lo cierto es que la IA está aquí para quedarse, y aunque todavía no ha encontrado su lugar en la contratación pública, es cuestión de tiempo.

La pregunta del millón es: ¿podrá la IA reducir los márgenes de corrupción en la contratación pública? El tiempo lo dirá. Mientras tanto, sigamos alimentando nuestras esperanzas en que la tecnología, bien utilizada, puede ser nuestra mejor aliada en esta batalla.