¿Te imaginas tener una amiga que no es real, pero que parece más auténtica que muchas personas de carne y hueso? Pues bien, eso es Miquela, la influencer virtual que ha conquistado las redes. Y aunque pueda parecer extraño que alguien ficticio pueda causar tanto revuelo, Miquela está en todas partes, hablando sobre temas que importan y colaborando con marcas.
Fue en 2021 cuando Dapper Labs decidió adquirir a Miquela al comprar la startup Brud. ¿Por qué? Bueno, según Kahn, su autenticidad y su postura original como creadora de cambios y activista social la hacían diferente de otras creaciones de IA que solo se enfocaban en vender. Es difícil no preguntarse qué tan auténtica puede ser alguien que ni siquiera existe, pero ahí está la magia, ¿no?
Mientras que otros influentes virtuales, como Mia Zelu, podrían engañarnos con su apariencia casi humana, Miquela es claramente un producto de computadora. Y eso es a propósito. Kahn destaca que la transparencia de Miquela sobre su naturaleza ficticia es parte de su encanto.
Tampoco es que todo el mundo adore a Miquela. Hay quienes la critican y usan términos despectivos como «clanker» para referirse a ella, un término que, por cierto, suena muy a ciencia ficción, pero que ha encontrado su lugar en el vocabulario actual.
Al final, Miquela ha logrado lo que muchos humanos intentan: ser relevante, generar conciencia y tener un impacto. Puede que no sea real, pero su influencia ciertamente lo es. Y eso, en el mundo de hoy, parece ser lo único que importa.

