La inteligencia artificial está en todas partes, desde los asistentes virtuales hasta los motores de búsqueda. Pero, ¿alguna vez te has preguntado quién la controla realmente? Urko Peña, experto en el tema, nos advierte de que la IA ha estado ligada a la industria militar desde sus inicios, financiada por el departamento de defensa de EE. UU. Pero ahora, el poder parece estar en manos de grandes corporaciones como Google, Microsoft y Meta.
Estas empresas tienen los recursos que se necesitan para desarrollar una IA avanzada, pero eso nos deja con una pregunta incómoda: ¿qué pasa con los datos que alimentan a estos sistemas? Datos que, en su mayoría, provienen de nosotros, los usuarios. ¿A quién pertenecen realmente? ¿Estamos cediendo nuestro control a cambio de conveniencia?
Y mientras las grandes tecnológicas avanzan con modelos cerrados y opacos, algunos gobiernos y universidades están apostando por alternativas más abiertas. En Europa, iniciativas como el programa ALIA buscan una IA más ética y transparente. Porque al final, ¿queremos una tecnología controlada por unos pocos o por todos?
Los llamados «inviernos de la IA» son un recordatorio de que la tecnología no siempre avanza al ritmo de las expectativas. Pero eso no significa que no debamos cuestionar quién la controla y con qué fines. Como dice Peña, necesitamos proyectos colaborativos y éticos para asegurarnos de que la IA sea una herramienta para el bien común, y no solo para aquellos que tienen el poder. ¿No es hora ya de que todos tengamos voz en este asunto?

