Es difícil hablar de la administración Trump sin mencionar su inclinación por el control y la vigilancia. Y ahora, según Amnistía Internacional, parece que la inteligencia artificial es su nueva herramienta favorita para mantener las cosas en línea. La oenegé ha denunciado que el Gobierno de EE.UU. está utilizando IA para vigilar a inmigrantes y a activistas propalestinos. ¿Es esto un adelanto del futuro que nos espera?

La tecnología de vigilancia masiva, proporcionada por empresas como Palantir y Babel Street, ha sido utilizada para identificar y monitorear a quienes no son ciudadanos estadounidenses. Esto ha llevado a detenciones ilegales y ha sembrado el miedo entre comunidades migrantes y estudiantes internacionales. Y mientras tanto, Trump defiende una IA sin regulaciones, promoviendo el control sobre los contenidos y favoreciendo sus políticas.

Algunos analistas ven esto como parte de una estrategia mayor para dominar globalmente la inteligencia artificial. ¿Pero a qué costo? Las críticas abundan, especialmente sobre la falta de controles éticos y la amenaza a los derechos humanos. En este contexto, el control de la IA no es solo una cuestión de tecnología, sino de poder y narrativa. ¿Estamos preparados para enfrentar las implicaciones de un mundo donde la IA se utiliza para vigilar y controlar? La historia está en marcha, y el desenlace aún está por escribirse.