Meta y su obsesión con la superinteligencia

Meta y su obsesión con la superinteligencia

Meta, sí, la misma empresa que antes conocíamos como Facebook, está en una carrera frenética por dominar el mundo de la inteligencia artificial. Y cuando digo frenética, lo digo en serio. En seis meses han reorganizado su división de IA cuatro veces. Es como si estuvieran en un laberinto y no encontraran la salida. Pero, ¿quién puede culparlos? La competencia es feroz, y claro, nadie quiere quedarse atrás en esta carrera por la superinteligencia.

Dentro de Meta Superintelligence Labs, que suena a nombre de villano de cómic, han decidido dividirse en cuatro equipos, cada uno con una misión clara. Desde desarrollar modelos de lenguaje hasta crear infraestructuras que soporten el peso de tanta inteligencia artificial. Y aunque prometen que no habrá despidos, seguro que más de uno está temblando en su silla.

El panorama es complejo. La superinteligencia no es un juego de niños, y Meta lo sabe. Han puesto toda la carne en el asador, invirtiendo cifras astronómicas, como si el dinero fuera a salir de un pozo sin fondo. Pero, ¿qué pasará si no alcanzan esa meta? ¿Será este otro de esos grandes sueños tecnológicos que se quedan a medio camino? A veces uno se pregunta si no estamos todos metidos en una burbuja de expectativas. Lo cierto es que, mientras tanto, Meta sigue moviendo fichas en el tablero, confiando en que su apuesta multimillonaria los llevará a la cima. O al menos, eso esperan.