Imagina por un momento, un dron común y corriente convirtiéndose en una especie de máquina autónoma lista para la batalla. ¿Cómo es posible? La respuesta está en un pequeño dispositivo llamado Skynode S, una especie de mini cerebro que Auterion ha diseñado para dar vida propia a estos artefactos voladores. Y no estamos hablando de simples prototipos; hasta 33.000 de estos kits están destinados a Ucrania, cortesía de un acuerdo multimillonario con el Pentágono.

La magia del Skynode S radica en su capacidad para esquivar interferencias y seguir objetivos en movimiento, algo que parece sacado de una película de ciencia ficción. Y sí, eso significa que pueden operar sin depender del GPS; todo es completamente automatizado. Las defensas aéreas de Ucrania, ya robustas, se verán fortalecidas frente a los drones Shahed de largo alcance que Rusia lanza desde el espacio exterior, porque claro, en este mundo loco, los drones se lanzan desde el espacio.

Mientras tanto, las tensiones entre Trump y Putin alcanzan un nuevo nivel de exasperación. Trump, en un movimiento típico suyo, amenazó con aranceles del 100% si no hay acuerdos de paz. Parece que la diplomacia se ha convertido en un juego de niños en el patio de recreo. Para Ucrania, el drama no cesa. Los rusos lanzan drones como si fueran cometas en una fiesta de verano, pero Kiev resiste, con Pokrovsk aguantando como un baluarte indestructible. Y en medio de todo este caos, las fuerzas ucranianas lograron una pequeña victoria en Sumy, liberando la aldea de Kindrativka. Una luz de esperanza en un horizonte plagado de incertidumbre.