El Dr. Julio Tudela, una de esas voces que merece la pena escuchar, ha lanzado una advertencia sobre la inteligencia artificial. En una entrevista reciente, explicó que llamarla «inteligencia artificial» es un error. Son programas sofisticados, sí, pero al final del día, solo simulan conductas humanas. Y con eso en mente, nos advirtió sobre tres peligros.
Primero, la privacidad. Decía el Dr. Tudela que estamos cediendo nuestros datos sin darnos cuenta. La inteligencia artificial se nos ofrece gratis, pero el producto somos nosotros. Los datos que alimentamos se utilizan para generar respuestas, a menudo sin nuestro consentimiento. ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar con esta pérdida de privacidad?
Luego, la veracidad. La IA puede presentar información falsa como cierta. Puede devolver datos sesgados o manipulados, lo que amenaza la veracidad. Y la gente, confiada, le presta toda su credibilidad. ¿Cómo diferenciamos lo verdadero de lo falso en un mundo cada vez más digital?
Por último, los procesos de aprendizaje. La IA puede sustituir nuestros procesos cerebrales, generando atrofia. En educación, podría relevar a los alumnos de adquirir competencias por el ejercicio mental, algo preocupante. Necesitamos prudencia, educación y libertad, dice el Dr. Tudela. Y tiene razón. Estamos en un punto donde no sabemos cómo evitar la manipulación de la IA, pero debemos ser prudentes y educar en la defensa de la veracidad y la libertad.
El que valora la verdad, tiene motivos para ser prudente frente a estas herramientas. Y en un mundo cada vez más complicado, esa prudencia es más valiosa que nunca.

