La vida, a veces, da giros inesperados. Karun Kaushik y Selin Kocalar, dos jóvenes talentos que decidieron abandonar las aulas del MIT a los 21 años, nunca imaginaron que su destino los llevaría a fundar Delve, una startup de inteligencia artificial que les haría multimillonarios. ¿Quién lo hubiera dicho? Lo curioso es que su historia empezó con una ronda de financiación de tres millones de dólares, pero acabaron recaudando 32 millones. ¡Sí, 32 millones! Una cifra que ni en sus sueños más locos esperaban.
La idea inicial era sencilla: crear una herramienta de IA para ayudar a los médicos a manejar la documentación de los pacientes. Pero, como suele ocurrir, la realidad les dio una bofetada. La complejidad de las normativas sanitarias y la lentitud del cumplimiento de la ley HIPAA les hizo replantear su enfoque. Y aquí, amigos, es donde la historia cambia de rumbo. Delve nació casi por casualidad, al ver la necesidad urgente de simplificar los procesos burocráticos para empresas de nueva creación. ¿Normativas que más que ayudar, obstaculizan? Ahí es donde entra Delve, como un salvador en el mundo empresarial.
Hoy, Delve ya da servicio a 500 empresas y sigue creciendo. La clave de su éxito, dicen, reside en su capacidad para automatizar procesos tediosos con la ayuda de la inteligencia artificial, permitiendo a las empresas cumplir con normativas como ISO y GDPR sin volverse locos. Porque, seamos sinceros, a nadie le gusta perder tiempo en papeleo.
Kaushik lo resume perfectamente: “Los marcos de cumplimiento están estandarizados. Las empresas no”. Un pensamiento que refleja la esencia de lo que ha hecho a Delve tan valiosa. Y claro, con la bendición de Y Combinator, no es sorprendente que los inversores hayan visto el potencial y se hayan lanzado en masa.
Ahora, Delve no solo está revolucionando el mundo del cumplimiento normativo, sino que también está explorando nuevas áreas como la ciberseguridad. Un futuro prometedor para una startup que, como muchos grandes inventos, surgió casi por accidente. ¿No es esto lo que hace que la vida sea tan fascinante?

