La Unión Europea, siempre intentando estar a la vanguardia, ha lanzado un código de buenas prácticas para la inteligencia artificial. Pero Meta, la gigante tecnológica, no está convencida. Según ellos, este código introduce incertidumbres jurídicas que podrían limitar el desarrollo de la IA.
La UE ha sido pionera en establecer una ley para gestionar la inteligencia artificial, pero este liderazgo viene con sus propios desafíos. El código propone que las empresas clasifiquen sus modelos de IA, lo que no ha sentado bien a todos. Meta, por ejemplo, asegura que Europa está «por mal camino» en este ámbito.
¿Es una cuestión de control o de desarrollo? Quizás ambas. Lo cierto es que el código de la UE busca garantizar transparencia y seguridad, pero Meta ve esto como un obstáculo. Y ahora, con las normas a punto de entrar en vigor, la tensión crece.
¿Será Meta un ejemplo de resistencia o un caso de exceso de confianza? Solo el tiempo lo dirá. Mientras tanto, la UE sigue adelante, con la esperanza de que su enfoque pionero resulte ser el camino correcto para el futuro de la IA.

