La inteligencia artificial, un aliado con sombras

La inteligencia artificial, un aliado con sombras

La inteligencia artificial está aquí, en nuestras vidas, y no hay marcha atrás. Imagina que un día te levantas y todos los procesos que agilizan tu trabajo diario se desvanecen. Suena a pesadilla, ¿verdad? Pues así es como muchas empresas conciben su día a día sin la IA. Sin embargo, lo cierto es que este fascinante aliado tecnológico también tiene su lado oscuro, como bien señala un informe reciente de Panda Security.

Y es que la inteligencia artificial no es solo ese pequeño genio que responde a nuestras preguntas o nos ayuda a redactar un correo. No, amigos, también puede ser una caja de Pandora. Uno de los términos que ha ganado popularidad es el de «Shadow AI», que no es sino el uso de herramientas de IA sin que la empresa tenga conocimiento ni control sobre ellas. Resulta que un simple “voy a pedir ayuda a ChatGPT” puede desencadenar una cadena de eventos desafortunados si en el texto van datos sensibles.

Pero, ¿quién no ha sentido alguna vez la tentación de delegar en la IA para quitarse un peso de encima? Aquí es donde entra en juego la dependencia. Como ese café mañanero sin el que ya no podemos empezar el día, algunos empleados no conciben su jornada sin la IA. Eso suena a comodidad, pero también a un riesgo real de acabar erosionando nuestra capacidad de pensar por nosotros mismos.

Y claro, no podemos olvidar los riesgos técnicos. Porque si la seguridad es un castillo de naipes, integraciones mal hechas o APIs descuidadas pueden ser el aire que lo derrumbe. Incluso las plataformas de IA poco confiables son como un juego de ruleta rusa: malware, fugas de datos, y lo que se te ocurra. En resumen, la inteligencia artificial es una herramienta poderosa, pero como decía mi abuela, «con mucho poder viene mucha responsabilidad». Las PYMEs, en particular, deben ser cautas y tener un buen control sobre qué información se comparte y cómo se utiliza.