Cuando se trata de inteligencia artificial, la palabra «ética» aparece con frecuencia, pero ¿realmente está presente? La UNESCO parece pensar que sí, y decidió llevar esta conversación a Bangkok, donde más de 100 países se reunieron para discutir la ética de la IA. ¿Utopía? ¿Realidad? Bueno, depende de a quién le preguntes.
La Primera Ministra de Tailandia, Paetongtarn Shinawatra, abrió el evento con una verdad innegable: la IA ya moldea nuestro presente. Propuso principios para un desarrollo ético de la IA, pero ¿serán suficientes? El foro abordó temas desde nanotecnología hasta justicia algorítmica. ¿Lo más impactante? La representación femenina en el diseño de la IA. Sin igualdad de género, dicen, no hay IA realmente ética.
El evento también destacó la necesidad de supervisión global. La Red Global de Autoridades Supervisoras (GNAIS) fue presentada como un paso hacia una regulación más coherente. Y es que, con la velocidad del avance tecnológico, las reglas del juego no pueden quedar en manos de unos pocos.
El foro de Bangkok no fue solo palabras bonitas. Hubo compromisos reales, como el AI Governance Practice Center de Tailandia, que se convertirá en socio regional de UNESCO. Pero, al final, la gran pregunta sigue en el aire: ¿la ética de la IA puede realmente implementarse a nivel global? Este tipo de foros nos recuerdan que, aunque el camino sea largo, es posible. Y en un mundo dominado por el código y el capital, este tipo de diálogos son más necesarios que nunca.

