La inteligencia artificial está aquí, y no es un simple decorado futurista: es el protagonista del presente. Hoy en día, la IA está reformulando todo, desde cómo operan las empresas hasta las tareas cotidianas de los profesionales. Algunos sienten un nudo en el estómago, otros ven un océano de oportunidades. ¿La clave? Adaptarse o quedarse atrás.
Robert E. Siegel, un tipo que sabe de lo que habla, profesor en Stanford y autor de ‘The Systems Leader’, ha rastreado durante años cómo los profesionales pueden prosperar en este torbellino de cambios. Después de observar a más de 400 líderes globales, Siegel ha identificado cinco hábitos que podrían ser la brújula en este mar incierto.
El primero es el aprendizaje continuo. Parece obvio, ¿no? Pero cuando la tecnología avanza a la velocidad del rayo, quedarse quieto no es una opción. Siegel dice que los profesionales deben buscar el cambio como si fuera oro. Y tiene sentido: si no te actualizas, quedas obsoleto. Luego viene la empatía y el liderazgo equilibrado. En un mundo lleno de máquinas que piensan en milisegundos, las habilidades humanas son el comodín. Saber cuándo exigir y cuándo escuchar es un arte que puede salvar climas laborales y evitar desastres.
Pensar más allá de los silos, esa es la tercera habilidad. Las empresas ya no son islas. Entender cómo las diferentes partes se conectan es crucial. Aquí es donde la innovación puede florecer. La cuarta habilidad, construir relaciones estratégicas, va más allá de simplemente conocer a tus colegas. Es sobre escuchar a todos, desde el ingeniero hasta el recepcionista.
Y por último, pero no menos importante, abrazar el cambio. No es fácil, lo sé. Pero en este mundo nuevo, los flexibles son los que sobreviven. La IA no es un monstruo; es una herramienta. Así que, ¿por qué no ser valientes y explorar nuevas formas de trabajar?