Las tecnológicas se rebelan contra la Ley de IA

Las tecnológicas se rebelan contra la Ley de IA

Si hay algo que las grandes tecnológicas saben hacer, es hacerse oír. Y vaya que lo están haciendo: están alzando la voz para frenar, o al menos retrasar, la entrada en vigor de la nueva Ley de Inteligencia Artificial de la Unión Europea. El asunto es serio: la normativa, que debería empezar a aplicarse en agosto, tiene a todo el sector en jaque.

La preocupación no es poca cosa. A solo un mes de que comience la implementación parcial del reglamento, las empresas y desarrolladores se sienten a ciegas, sin las pautas necesarias para cumplir adecuadamente con las nuevas obligaciones. Esto no solo genera incertidumbre, sino que amenaza con poner un freno a la innovación en el continente. Europa se juega mucho aquí: la Comisión Europea proyectó beneficios de hasta 3,4 billones de euros de aquí a 2030 gracias a la IA. Pero claro, si el calendario sigue adelante tal como está, esa cifra podría quedar solo en un sueño.

La Computer & Communications Industry Association (CCIA Europe) está a la cabeza de esta resistencia, clamando por una moratoria y pidiendo a gritos que se reevalúe el cronograma de aplicación. «Europa no puede liderar en inteligencia artificial con un pie en el freno», dice Daniel Friedlaender de CCIA Europe. Y tiene razón, ¿no? Si las reglas no están claras, ¿cómo esperan que las empresas compitan globalmente? Mientras tanto, en Bruselas, los jefes de Estado siguen en sus cumbres, y la industria tecnológica sigue insistiendo en que una pausa no es una derrota; es simplemente una estrategia para no perder el tren de la IA.