North Star: la IA que podría salvar o desatar una guerra

North Star: la IA que podría salvar o desatar una guerra

En un mundo donde la inteligencia artificial se asocia con drones y bombas, Arvid Bell aparece como un esquimal con caña de pescar en el Sahara. En la feria AI+ en Washington, su propuesta de una IA para prevenir conflictos, llamada North Star, es tan rara como bienvenida. Pero, ¿puede realmente una máquina evitar la próxima guerra mundial?

Bell, exprofesor de Harvard, cree que sí. North Star pretende clonar las decisiones de líderes como Putin o Trump, anticipando sus movimientos en situaciones de tensión. Es como tener un GPS para la diplomacia, que te avisa antes de que tomes el camino equivocado y termines en medio de una guerra.

El sistema ya probó su valía en la crisis de Ucrania en 2022, prediciendo con un 60% de acierto que una zona de exclusión aérea podría provocar una escalada rusa. Pero, como en toda historia futurista, hay un giro: ¿y si la IA se convierte en un arma más? Algunos temen que la dependencia de estas predicciones nos haga olvidar el contexto humano.

Y, por si fuera poco, se sospecha que detrás de North Star hay dinero de la industria bélica. Un poco irónico para una herramienta de «paz», ¿no? Sin embargo, Bell insiste en que su IA es una herramienta de futurología, no de adivinación, y que su verdadero valor es ayudar a los líderes a tomar decisiones más informadas.

En un mundo cada vez más inestable, North Star podría ser tan crucial como un tratado de paz. O podría ser el catalizador de un nuevo tipo de conflicto. La tecnología tiene un precio, y si la paz es cara, la guerra lo es aún más.