En un mundo donde las enfermedades cardiovasculares continúan siendo la principal causa de muerte, la detección precoz se convierte en una herramienta crucial. La Sociedad Española de Hipertensión y Riesgo Vascular (SEHLELHA) ha dado un paso adelante al impulsar una tecnología innovadora que utiliza la inteligencia artificial para identificar alteraciones cardíacas en tan solo cinco minutos.
Esta tecnología, desarrollada por la empresa alemana Cardisio GmbH, ha sido aplicada en más de 270.000 pacientes en Europa, revelando alteraciones en uno de cada tres casos. Lo que es más sorprendente, en más del 10% de estos casos, se detectaron riesgos coronarios significativos que requerían atención médica inmediata.
El procedimiento es sencillo y no invasivo. Mediante cinco electrodos colocados en el torso, se recoge una lectura eléctrica completa del corazón. Esta información es procesada rápidamente por un algoritmo de inteligencia artificial, generando un informe visual y fácil de entender. Esta tecnología no requiere esfuerzo físico del paciente, no implica radiación y puede ser realizada en diversos entornos, desde centros médicos hasta hoteles y empresas.
José Antonio García Donaire, experto en riesgo vascular y presidente de SEHLELHA, destaca la utilidad de esta tecnología para prevenir situaciones de alto riesgo. «Puede ser crucial para evitar desenlaces fatales en eventos donde el organismo es llevado al límite, como en algunas carreras populares», explica.
En un contexto donde la hipertensión afecta a más del 40% de la población adulta, la cardiografía se presenta como una alternativa prometedora. Esta puede analizar más de tres millones de datos eléctricos del corazón con una precisión del 92%, ofreciendo un diagnóstico rápido y fiable.
La implementación de esta tecnología en la práctica médica diaria podría revolucionar la prevención de enfermedades cardíacas, permitiendo a los profesionales de la salud identificar problemas antes de que se manifiesten síntomas evidentes. Además, al ser accesible en una variedad de entornos, amplía las posibilidades de detección temprana a un público más amplio.
En resumen, la inteligencia artificial aplicada a la cardiografía representa un avance significativo en la medicina preventiva. Con su capacidad para detectar alteraciones cardíacas ocultas de manera rápida y precisa, esta tecnología tiene el potencial de salvar innumerables vidas al facilitar intervenciones tempranas y efectivas.