Cuando invertir contra la inteligencia artificial se convierte en una estrategia ganadora

Cuando invertir contra la inteligencia artificial se convierte en una estrategia ganadora

En febrero de 2023, un fondo de inversión gestionado por inteligencia artificial (IA) prometía ser la próxima gran oportunidad en el mercado financiero. Sin embargo, dos años después, el AI Powered Equity ETF (AIEQ) ha demostrado que las expectativas generadas eran más espectáculo que realidad. Desde su lanzamiento, este fondo ha quedado rezagado respecto al Vanguard Total Stock Market ETF (VTI), un fondo más tradicional.

Pablo Tellería, asesor financiero en InbestMe, señala que los datos son claros: AIEQ ha rendido un 4,8% anualizado en los últimos tres años, mientras que VTI ha alcanzado un 9,1% en el mismo periodo. Esta tendencia se mantiene incluso al analizar un plazo más largo, desde octubre de 2017. La promesa de la IA como ventaja absoluta en el mercado no se ha sostenido con el tiempo.

El fenómeno conocido como «homogeneización algorítmica» ofrece una posible explicación. A medida que más inversores adoptan herramientas de IA, estas dejan de ser una ventaja competitiva y comienzan a generar estrategias similares. La consecuencia es un mercado menos diverso y más frágil. En este entorno, el pensamiento diferente y la intuición humana cobran un nuevo valor.

Tellería argumenta que la IA no ha eliminado la ventaja del inversor individual, sino que la ha reforzado. Mientras que las máquinas procesan datos con rapidez, carecen de la capacidad de intuición y percepción humana. En un mercado saturado de IA, la habilidad de un inversor para mirar más allá de los datos y detectar oportunidades únicas se convierte en un activo valioso.

Estudios recientes respaldan esta idea. Según el informe Quantitative Analysis of Investor Behavior de 2025, los inversores individuales han obtenido rendimientos significativos al mantenerse alejados del ruido del mercado. Además, el entusiasmo por los fondos de IA aún no se ha traducido en resultados consistentes, como confirma un análisis del Wall Street Journal.

En este contexto, surge la estrategia de inversión «contraalgorítmica», que desafía a los modelos de IA al buscar lo que escapa de ellos. Esta estrategia se enfoca en acciones ignoradas por la IA y en mantener la calma cuando los algoritmos entran en pánico.

En un mundo donde la IA es omnipresente, la clave para ganar al mercado podría estar en volver a pensar como humanos. La capacidad de observar, intuir y decidir de manera independiente se presenta como una ventaja que las máquinas aún no pueden replicar.