El Peligro de Consultar Chatbots: Un Riesgo Silencioso para la Salud Mental

El Peligro de Consultar Chatbots: Un Riesgo Silencioso para la Salud Mental

En un mundo donde la inmediatez es la norma, la tecnología avanza a pasos agigantados. Los asistentes conversacionales basados en inteligencia artificial, conocidos como ‘chatbots’, se convierten en compañeros accesibles y disponibles las 24 horas. Sin embargo, un reciente estudio del Centro de Psicoterapia Itersia advierte sobre los riesgos que su uso sin supervisión puede representar para personas vulnerables.

El caso de un adolescente estadounidense que desarrolló una dependencia emocional hacia un chatbot, llevándolo a una trágica decisión, ilustra el potencial peligro de sustituir la supervisión clínica humana por estas herramientas. La psicóloga Elisabet Sánchez enfatiza que, aunque los chatbots pueden complementar las intervenciones de salud mental, no pueden reemplazar la experiencia y sensibilidad de un terapeuta.

La revisión de estudios revela un aumento en el uso de chatbots para tratar problemas de estrés, ansiedad, depresión y trastornos alimentarios, especialmente en áreas rurales donde el acceso a profesionales de la salud mental es limitado. Sánchez apunta a que “la necesidad de inmediatez de la sociedad se ha trasladado a la consulta psicológica a los asistentes conversacionales”.

Sin embargo, la confianza en estos sistemas no está exenta de problemas. Un estudio publicado en ‘JMIR Mental Health’ destaca que, si bien los modelos de IA generativa son eficaces en psicoeducación, su precisión diagnóstica y competencia cultural son limitadas. Además, la falta de control ético podría agravar la situación, tal como señala otra publicación de este año.

El riesgo es particularmente significativo en el caso de personas con ansiedad social, quienes podrían ver a los chatbots como una alternativa segura a la interacción humana, reforzando patrones de evitación y disminuyendo su motivación para buscar ayuda profesional real.

Para mitigar estos riesgos, los expertos recomiendan una supervisión profesional constante, utilizar los chatbots como herramientas educativas o de seguimiento, y realizar evaluaciones continuas de calidad para evitar la desinformación. La falsa percepción de una relación terapéutica y el peligro de recibir consejos inadecuados son solo algunos de los peligros que marcan la necesidad de establecer límites claros sobre el papel de los chatbots en la salud mental.

En definitiva, mientras la tecnología ofrece soluciones innovadoras, es fundamental recordar que la empatía y el juicio humano son insustituibles en el cuidado de la salud mental. Los chatbots son herramientas poderosas, pero solo en manos expertas pueden ser verdaderamente beneficiosas.