¿Cansado de perder tiempo con tareas repetitivas, correos que no sabes cómo escribir o trabajos que te superan? La inteligencia artificial puede ser tu nuevo mejor aliado.
No necesitas ser programador ni experto en tecnología. Solo necesitas saber qué preguntarle. O mejor dicho: cómo pedírselo. Porque detrás de las herramientas como ChatGPT, Gemini o Copilot, lo que marca la diferencia es el prompt. Ese mensaje inicial que le das a la IA y que puede convertir una tarde de trabajo en cinco minutos de eficiencia.
Vamos con algunos ejemplos útiles para tu día a día. ¿Tienes que explicar un concepto complejo? Usa el clásico: “Explícamelo como si tuviera cinco años”. Funciona con leyes, teorías científicas, fenómenos históricos o cualquier materia que se te atragante. Incluso puedes añadir contexto: “Explícame la teoría de la relatividad y por qué fue tan importante para la historia”.
¿Y si necesitas repasar un texto antes de enviarlo? Pídele revisión ortográfica, gramatical y hasta estilística. También puedes afinarlo: “Indícame si repito palabras o si hay formas mejores de decirlo”. ¿El tono no te convence? Puedes pedirle: “Reescribe esto en un tono más profesional” o “más informal”, según el destinatario.
En el terreno académico o de oposiciones, los prompts también son una joya. Desde generar tests personalizados hasta crear fichas de estudio o explicaciones de artículos complejos. Puedes decirle: “Hazme un test sobre la Ley 39/2015 con 30 preguntas tipo test”, y luego: “Explícame por qué cada respuesta es correcta”.
¿Trabajas en medios, contenidos o eres estudiante? Entonces otro truco es pedirle estructuras para redactar textos o desarrollar ideas. Un simple “Dame una estructura para un artículo sobre la fotosíntesis” te ahorra tiempo y evita el bloqueo creativo.
También es útil para organizar vacaciones: “Prepara un itinerario de 10 días por Japón con bajo presupuesto”, o incluso decidir el destino: “Sugiere viajes de 5 días desde Madrid por menos de 300€”.
Y si tienes que presentar una reclamación, ni te compliques: describe la situación y dile: “Redacta una carta formal para reclamar el retraso de mi vuelo con estos datos”. Lo hace en segundos, sin faltas y sin esfuerzo.
Incluso para entrevistas laborales: puedes simular una entrevista, pedir preguntas clave o hacer lluvia de ideas sobre temas, series, regalos o contenidos.
En resumen, lo importante no es tener la IA: es saber hablarle. Y con los prompts adecuados, no solo ahorrarás tiempo. Te sentirás más productivo, menos estresado y con un súperpoder nuevo al alcance de un teclado.