Mientras todos miran a Nvidia, Broadcom mueve ficha

Mientras todos miran a Nvidia, Broadcom mueve ficha

Mientras los focos iluminan a Nvidia y AMD, otro jugador se mueve con sigilo y precisión en el tablero de la inteligencia artificial. Se trata de Broadcom, una compañía que no compite por acaparar titulares, pero que está tomando posiciones clave en un sector donde el silicio es el nuevo oro.

El contexto no es sencillo. Tras un arranque de 2025 marcado por la corrección bursátil, el sector tecnológico ha empezado a recuperar terreno. Las grandes tecnológicas han redoblado su apuesta por la IA, y con ello ha llegado una nueva oleada de inversión. En medio de ese renacimiento, Broadcom ha sabido colocarse en una posición estratégica: no fabrican GPUs de alto perfil como Nvidia, pero su especialidad –el diseño de chips personalizados para gigantes como Amazon o Google– les convierte en un socio imprescindible.

Esta orientación al silicio a medida no solo les ha permitido responder a la demanda con agilidad, sino que también ha dado resultados: su CEO, Hock Tan, ya ha reconocido que superaron sus previsiones gracias al volumen de pedidos de estos productos para los denominados hyperscalers. Pero hay más. En abril, Broadcom anunció una recompra de acciones por valor de 10.000 millones de dólares, un movimiento que suele interpretarse como una declaración de confianza por parte de la dirección.

Este gesto ha despertado el interés de los analistas, que ven en la compañía una oportunidad poco valorada. Uno de ellos, Adam Spatacco, lo resume así: “Broadcom juega en la misma liga que Nvidia, aunque no lo parezca”. Para él, el potencial de crecimiento está ahí, especialmente si los resultados del próximo 5 de junio son positivos.

A diferencia de otros valores que fluctúan al ritmo de los titulares, Broadcom avanza con una estrategia de fondo. En palabras del propio Spatacco: “En un mercado obsesionado con el espectáculo, Broadcom demuestra que la discreción también puede ser rentable”.

Puede que no sea la acción más popular del momento, pero quienes entienden el juego saben que los grandes movimientos no siempre hacen ruido. A veces, los mejores fichajes son aquellos que no se anuncian a bombo y platillo.