Hace solo unos años, Aeternal Mentis brillaba como una de las joyas tecnológicas de la inteligencia artificial en España. Hoy, su nombre sigue en la bolsa (BME Growth) pero su balance refleja una dura realidad: en 2024, solo ingresó 91.000 euros y acumuló pérdidas de 1,9 millones.
La compañía, que se ha centrado en proyectos de investigación y desarrollo en colaboración con centros científicos, se encuentra en plena transición hacia un modelo de negocio más personalizado y comercial. Según su auditor, Global Auditoría, este cambio ha impactado las cifras de 2024, aunque los planes estratégicos hasta 2028 esperan revertir la situación y alcanzar resultados positivos.
A pesar de sus cifras modestas, Aeternal Mentis mantiene una sorprendente capitalización bursátil de 113 millones de euros, sostenida en gran parte por la baja circulación de acciones y el control del 94% del capital por dos sociedades: Sia Alrojo Holding y Clunia Partners.
Los gastos de personal y explotación se incrementaron respecto al año anterior, mientras que la deuda sigue siendo elevada, con compromisos de pago importantes hasta 2026, destacando entidades como CaixaBank y Santander entre sus principales acreedores.
La firma afirma que durante 2025 invertirá en nuevos equipos para mejorar sus capacidades tecnológicas y adaptarse a la creciente demanda de soluciones de inteligencia artificial. Aeternal Mentis apuesta por una arquitectura flexible que le permita escalar sus operaciones y responder con rapidez a las necesidades del mercado.
El futuro está lleno de incógnitas, pero la compañía mantiene la fe en que su nueva estrategia y su resiliencia le permitan recuperar la confianza de inversores y clientes.