¿Y si el gran obstáculo para implementar la IA no fuera la tecnología?
En muchas organizaciones, la conversación sobre inteligencia artificial empieza con entusiasmo: promesas de automatización, eficiencia, innovación. Pero muy pronto aparece la pregunta clave: ¿por qué no lo estamos consiguiendo?
La respuesta, en realidad, no es una sola. Implementar IA en una empresa no es una cuestión únicamente técnica, sino un desafío complejo que exige transformar desde la cultura interna hasta la estructura de datos. Y hacerlo bien exige planificación, compromiso y una visión clara.
Uno de los mayores retos es la calidad de los datos. No importa lo potente que sea un modelo de IA si se alimenta con información incorrecta, incompleta o sesgada. Según Gartner, el 30% de los proyectos de IA generativa fracasarán antes de 2025, y en gran parte será por este motivo.
El segundo obstáculo es el talento. Poner en marcha una estrategia de IA implica contar con perfiles muy especializados en machine learning, análisis de datos o IA generativa. Pero la realidad es que muchas empresas no encuentran —o no retienen— a esos profesionales. Esto frena o encarece la adopción.
Después vienen los marcos regulatorios. En sectores como la banca o la salud, donde los datos son sensibles, cumplir con las normativas es imprescindible. Y en un entorno cada vez más digital, garantizar la ciberseguridad se convierte en un imperativo ético y legal. Un tercio de los responsables de seguridad TI consideran la regulación un freno crítico para integrar IA.
También está el factor humano: la ética. Entrenar algoritmos sin considerar los sesgos puede generar decisiones injustas o discriminatorias. El 57% de los directores de RR. HH. en España se declaran preocupados por este punto. No se trata solo de leyes, sino de valores y reputación.
Por último, está la cultura organizativa. Las empresas deben evolucionar hacia un enfoque “data driven”, donde se valore el dato, se fomente la formación continua y se entienda la IA como una herramienta para empoderar a las personas, no para sustituirlas.
Desde Globant recuerdan que adoptar IA con éxito requiere tres cosas: fomentar una cultura de innovación y experimentación, formar a los equipos de forma constante y establecer una gobernanza ética clara.
La tecnología está lista. Lo que queda por alinear son las personas, los datos… y la mentalidad. Porque en realidad, implementar IA no es un proyecto más. Es una transformación completa.