¿Eres joven y sin experiencia? Si sabes de IA, tienes ventaja

¿Eres joven y sin experiencia? Si sabes de IA, tienes ventaja

Tener experiencia ya no es lo que era. Según un informe conjunto de LinkedIn y Microsoft, el 71% de los líderes empresariales prefiere contratar a personas con conocimientos de Inteligencia Artificial, aunque tengan menos experiencia laboral. Sí, has leído bien: la IA se ha convertido en una habilidad más valiosa que los años de currículum.

Para muchos jóvenes que llevan tiempo enviando currículums sin respuesta, este puede ser un rayo de esperanza. La clave ya no es solo lo que sabes hacer, sino cómo usas la tecnología para hacerlo mejor. Según Ana Lazcano de Rojas, experta en IA, estamos ante un cambio radical: la IA ya no es un “extra”, es parte del conocimiento mínimo para cualquier profesional.

Las empresas no buscan solo programadores. Buscan perfiles que sepan aplicar IA generativa en su día a día: desde ChatGPT hasta Copilot. Esto se traduce en una ventaja real para quienes están comenzando. De hecho, el 80% de los directivos dice que darán más responsabilidades a los jóvenes que dominen estas herramientas.

Sandra Moreno, de Accenture, lo resume con claridad: “Un trabajador que sepa usar IA es más eficiente. Puede aportar más valor en menos tiempo”. Eso no significa que los perfiles sénior estén en desventaja, pero sí que el equilibrio se ha desplazado. Como sucedió cuando Deep Blue venció a Kasparov, la clave está en la colaboración entre humanos e IA. En el ajedrez centauro, los equipos híbridos son los que siempre ganan.

La urgencia es real. Aunque el 81% de las empresas reconoce que integrar IA es una prioridad, muchas aún no saben cómo hacerlo. Incorporar talento preparado puede ser la vía más rápida. En sectores donde antes se pedía experiencia, ahora se valora adaptabilidad, pensamiento crítico y, sobre todo, dominio de la tecnología.

Como en su día ocurrió con el manejo de Word o Excel, ahora la alfabetización digital pasa por saber hablar con una IA. No se trata solo de programar, sino de entender cómo aprovechar una herramienta que está reescribiendo las reglas del juego.

La revolución laboral no es mañana. Es ahora.