No hay grandes inversores. No hay una empresa detrás. Solo una idea simple, una necesidad cotidiana y muchas ganas de aprender. Así nació puedotenderlaropa.com, una web que te dice, literalmente, si puedes o no tender la ropa. Y que en apenas unos meses ha sido visitada por más de 150.000 personas.
El creador es Antonio Rull, un profesional sin experiencia previa en programación, que decidió lanzarse a la aventura digital. Con curiosidad y ayuda de herramientas de inteligencia artificial como Cursor o Claude, fue construyendo, paso a paso, un producto funcional y eficaz.
La historia comenzó como un experimento personal. Quería probar si era capaz de aplicar lo que había aprendido por su cuenta —un poco de Python, algo de HTML, bases de datos— y construir algo útil. Lo que no imaginaba es que la web acabaría viralizándose. Especialmente en marzo de 2025, cuando la lluvia persistente en el sur de España disparó el tráfico de la página gracias al boca a boca en WhatsApp.
El proceso no fue fácil. La IA ayudó, pero también confundió. Generó código inútil, se equivocó, perdió el contexto. Antonio aprendió a base de ensayo y error. Y de ese camino nacieron valiosas lecciones: desde cómo estructurar bien un proyecto, hasta cómo dialogar eficazmente con una IA para sacarle el máximo partido.
Hoy, la web ofrece un servicio útil y actualizado, y Antonio ha aprendido más en meses que en años. Incluso ha implementado newsletters semanales y alertas de empleo automatizadas usando IA. Sin ser programador, ha demostrado que las herramientas actuales pueden democratizar la tecnología.
Su conclusión es clara: los programadores no desaparecerán, pero su rol evoluciona. La IA no sustituye la creatividad, pero sí permite que más personas puedan crear. Y todo empieza, muchas veces, con una simple pregunta: “¿Puedo tender la ropa hoy?”