Las frases que se repiten cuando alguien miente: lo que la psicología y la IA descubren en común
“No sé de qué hablas”, “te juro que es verdad”, “¿por qué no me creés?”. Frases cotidianas, pero que podrían esconder más de lo que dicen. Según expertos en psicología y herramientas de inteligencia artificial, estas expresiones forman parte de un patrón común entre las personas que no están siendo completamente sinceras.
Detectar una mentira no es fácil. Las emociones, los contextos y la interpretación juegan un rol clave. Pero la ciencia del comportamiento lleva décadas estudiando cómo se manifiestan los engaños. Uno de los pioneros en este campo es Paul Ekman, psicólogo reconocido por su trabajo en el lenguaje no verbal. Ekman sostiene que las personas que mienten suelen contradecirse, cambiar detalles de sus relatos o mostrarse incómodas físicamente.
A eso se suma el aporte de la inteligencia artificial, que gracias al análisis de grandes volúmenes de datos ha identificado las frases que más suelen repetir los mentirosos. Algunas buscan confundir, otras manipular o justificar, pero todas comparten un objetivo: evitar la verdad sin admitir la mentira.
Estas son las diez frases más comunes que, según la IA, podrían delatar a una persona que no está siendo honesta:
“Te lo dije, pero quizás no me entendiste bien”
“No sé de qué hablas”
“Es una coincidencia”
“Eso nunca pasó”
“Todo el mundo lo sabe”
“Si supieras lo que yo sé…”
“Lo hice por tu bien”
“Nunca he dicho eso”
“¿Por qué no me crees?”
“Te estoy diciendo la verdad”
Estas expresiones, por sí solas, no prueban que alguien miente, pero pueden ser señales de alerta, especialmente si aparecen acompañadas de otras actitudes típicas: evasión del contacto visual (o exceso de este para parecer convincentes), sudoración, rigidez corporal o microexpresiones faciales que no coinciden con lo que se dice.
¿Puede una máquina identificar a un mentiroso mejor que una persona? Aún no. Aunque la IA ha avanzado mucho —con sistemas que detectan cambios en el tono de voz, inconsistencias en el discurso o patrones sospechosos— su precisión no es total. La inteligencia emocional, el contexto y el sentido común siguen siendo clave.
Así que la próxima vez que escuches un “te lo juro”, prestá atención. No se trata de desconfiar de todo, pero sí de escuchar con más cuidado. A veces, la verdad se esconde en los detalles… y en las palabras que se repiten.