Regulación y desarrollo: China refuerza su posición en la carrera de la inteligencia artificial

Regulación y desarrollo: China refuerza su posición en la carrera de la inteligencia artificial

China apuesta por la inteligencia artificial: regulación, innovación y rivalidad con EE.UU.

El futuro de la inteligencia artificial (IA) estuvo en el centro de la agenda política en la última gran cita anual de China. Durante las reuniones del Legislativo y el Consultivo, que concluyeron este martes, el gobierno chino dejó claro su interés en impulsar el desarrollo de la IA, al tiempo que reforzó su compromiso con una regulación estricta.

El punto de partida de este debate fue el auge del chatbot DeepSeek, que en enero se convirtió en el modelo de IA más descargado en Estados Unidos, desafiando a gigantes como ChatGPT. Este hito despertó tanto entusiasmo como preocupación entre las autoridades chinas, que ven en la IA una oportunidad para consolidar su liderazgo tecnológico, pero también una amenaza potencial si no se establecen límites claros.

El primer ministro, Li Qiang, subrayó en su informe de trabajo que China apoyará la integración de modelos de IA en la industria, asegurando que esta tecnología puede revolucionar la productividad y la competitividad de las empresas, especialmente las pymes. En la misma línea, el diputado Lu Lin destacó que la IA “cambiará la lógica de los negocios y abrirá nuevas oportunidades para innovadores y emprendedores”.

Sin embargo, no todo son avances y promesas de crecimiento. Algunos legisladores advirtieron sobre los peligros que la IA podría traer consigo. Zhong Zheng, diputada y vicepresidenta del gigante de electrodomésticos Midea, alertó sobre los riesgos de los vídeos ultrafalsos (deepfakes), que podrían convertirse en herramientas de fraude, afectando especialmente a las personas mayores. Por su parte, Zhang Yi, miembro del órgano consultivo chino, señaló los problemas derivados del uso discriminatorio de algoritmos y las violaciones a la privacidad.

China ha dado pasos firmes en el control de la IA. En 2023, impuso regulaciones que exigen que estas tecnologías respeten los “valores socialistas fundamentales” y prohíban la generación de contenido que atente contra la seguridad nacional o la estabilidad social.

Pero más allá del desarrollo y la regulación de la IA, otro tema dominó las discusiones: la creciente rivalidad tecnológica con Estados Unidos. El ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi, criticó los intentos de Washington por bloquear el avance de la tecnología china, señalando restricciones en sectores como los semiconductores y la industria aeroespacial. A pesar de estos obstáculos, Wang afirmó que “la innovación tecnológica de China sigue superando las expectativas”, citando el éxito del programa espacial chino y de empresas como DeepSeek.

En los últimos años, la tensión entre ambas potencias se ha intensificado. Mientras Estados Unidos impone restricciones a empresas chinas y plantea prohibiciones sobre plataformas como TikTok, China mantiene el bloqueo a gigantes estadounidenses como Google, Facebook, X (antes Twitter), WhatsApp e Instagram.

Este panorama deja clara una realidad: la inteligencia artificial no solo es una herramienta de innovación, sino también un campo de batalla geopolítico donde China y Estados Unidos buscan posicionarse como líderes indiscutibles.