La IA generativa ya está aquí: la nueva aliada (o desafío) en el mundo laboral
Hace apenas unos años, imaginar que una máquina podría redactar informes, diseñar presentaciones o resumir documentos con solo una orden parecía ciencia ficción. Hoy, no solo es posible, sino que está ocurriendo en miles de empresas de todo el mundo. La inteligencia artificial generativa, basada en modelos avanzados de lenguaje, está transformando la forma en que trabajamos, automatizando tareas repetitivas y potenciando la creatividad.
En España, el impacto es innegable. Según la consultora IDC, el 62% de las grandes empresas ya utilizan esta tecnología y otro 25% planea implementarla en los próximos dos años. “Nuestro país está a la vanguardia en la adopción de la IA generativa. Somos el cuarto en Europa y el noveno a nivel mundial en su implementación”, explica Antonio Cruz, director de Modern Workplace en Microsoft España.
Pero esta revolución no es solo tecnológica, sino también cultural. ¿Cómo nos adaptamos a un entorno donde la inteligencia artificial no solo asiste, sino que redefine la manera en que realizamos nuestras tareas?
Una herramienta que cambia las reglas del juego
Las empresas ya están viendo resultados. Según el Índice de Tendencias del Trabajo de Microsoft, el 75% de los trabajadores del conocimiento en todo el mundo usa IA en su día a día. El motivo es claro: esta tecnología ahorra tiempo y mejora la calidad del trabajo. Sin embargo, como advierte Guillermo Lorbada, experto en IA y gerente de Nuevas Formas de Trabajo en Repsol, su adopción requiere más que solo presionar un botón.
“El reto no es la tecnología en sí, sino el cambio de mentalidad”, explica. “Al principio, pensamos en herramientas tradicionales con respuestas directas. Con la IA, la clave es la interacción: cuanto mejor formules tus preguntas y más ajustes las respuestas, mejores resultados obtendrás”.
En otras palabras, la IA no reemplaza el criterio humano, sino que lo amplifica. Pero, ¿estamos preparados para ese cambio?
La necesidad de formación y ética en la IA
El avance de la IA en el ámbito empresarial trae consigo una gran oportunidad, pero también una responsabilidad. Como señala Lorbada, uno de los mayores desafíos es garantizar un uso ético de esta tecnología. “No podemos simplemente aceptar todo lo que nos dice la IA. Los usuarios siguen siendo responsables del contenido que generan y deben revisar cuidadosamente cada resultado”.
Por eso, muchas empresas están invirtiendo en formación para que sus empleados aprendan a trabajar con la IA de manera eficiente y segura. En Repsol, por ejemplo, se enfatiza el uso responsable de la IA para evitar sesgos y garantizar que la información utilizada sea veraz y transparente.
Este cambio de paradigma recuerda a lo que ocurrió con la llegada de internet. Hace años, nadie imaginaba trabajar sin conexión a la red. Hoy, la IA generativa está en camino de convertirse en una herramienta igual de esencial. Sin embargo, su éxito dependerá no solo de su adopción, sino de cómo aprendamos a convivir con ella.