¿Estamos olvidando cómo programar? El impacto de la IA en los nuevos desarrolladores
Hace décadas, la llegada de las calculadoras marcó un punto de inflexión. Antes, los cálculos matemáticos eran una habilidad esencial en la vida cotidiana y en muchos trabajos. Pero, ¿quién necesita hacer cálculos mentales cuando una máquina puede hacerlo por ti en segundos y sin errores? Al principio, hubo quienes temieron que la humanidad perdiera habilidades fundamentales, pero al final, las matemáticas no desaparecieron, solo evolucionaron.
Hoy, estamos viviendo un cambio similar, pero en un campo muy diferente: la programación.
La IA como aliada… o como muleta
En cuestión de meses, herramientas como ChatGPT, Copilot y Cursor han transformado la forma en que programamos. La inteligencia artificial se ha convertido en un asistente indispensable para muchos desarrolladores, permitiéndoles escribir código más rápido y en lenguajes que quizá no dominaban. Pero, ¿es esto una ventaja absoluta o estamos sacrificando el conocimiento en el proceso?
Namanyay Goel, un desarrollador con experiencia, ha lanzado una advertencia: los nuevos programadores dependen tanto de la IA que no saben realmente cómo programar. «Pueden producir código rápidamente, pero no entienden cómo funciona ni si hay una forma mejor de hacerlo», explica en su blog. Según él, la nueva generación confía ciegamente en las respuestas generadas por la IA, sin cuestionarlas ni aprender de ellas.
No es el único que lo piensa. Zak3056, un usuario de Slashdot con dos décadas entrevistando a programadores junior, señala que muchos de ellos ni siquiera entienden los fundamentos básicos. «La IA no es la culpable. El problema es que muchas escuelas están formando graduados que no comprenden bien su campo», dice.
Sin embargo, no todos ven esto como un problema. Algunos expertos argumentan que esta transición es simplemente parte de la evolución tecnológica. Así como los matemáticos dejaron de hacer cálculos manuales para enfocarse en problemas más complejos, los programadores podrían convertirse en arquitectos de software, delegando la escritura de código a la IA.
¿Tiene sentido seguir aprendiendo a programar?
El debate se ha intensificado con declaraciones como la de Jensen Huang, CEO de NVIDIA, quien en febrero de 2024 afirmó: «A estas alturas, nadie debería aprender a programar porque la IA lo hará por nosotros». Otros líderes tecnológicos, como Mark Garman de Amazon Web Services, respaldan esta visión.
Si la IA puede escribir código más rápido, sin errores y en cualquier lenguaje, ¿será necesario que los humanos sigan aprendiendo a programar? La respuesta no es sencilla. Por un lado, la IA puede hacer el proceso más eficiente, permitiendo a los desarrolladores centrarse en la arquitectura y la innovación. Pero por otro, depender totalmente de la IA sin entender los principios fundamentales podría ser un riesgo a largo plazo.
Como bien señala Goel, la clave podría estar en el equilibrio. Aprovechar la IA como una herramienta, pero sin dejar de aprender. Hacer preguntas, debatir con otros desarrolladores y no conformarse con la primera respuesta generada por la máquina.
Tal vez, dentro de algunos años, la programación sin IA sea una habilidad tan rara como hacer cálculos sin calculadora. Y quién sabe, quizá en ese futuro, alguien como Myron Aub—el personaje de Asimov que sorprendió al mundo al multiplicar sin un ordenador— nos asombre demostrando que aún es posible programar sin ayuda de la inteligencia artificial.

