París acoge la gran cumbre de IA para posicionar a Europa en el escenario global
El futuro de la inteligencia artificial se decide en París. Durante los días 10 y 11 de febrero, la capital francesa se convierte en el epicentro de un debate global sobre el desarrollo y regulación de esta tecnología. Con la presencia de 80 países, líderes políticos y los principales exponentes del sector tecnológico, Francia busca consolidar su posición en la carrera de la IA y marcar el rumbo de la innovación europea.
El evento, organizado en el Grand Palais, es parte de una serie de actividades que abarcan seis días, incluyendo conferencias científicas en la Escuela Politécnica (6 y 7 de febrero) y eventos abiertos al público el fin de semana previo. En el trasfondo de esta reunión, Francia y Europa enfrentan el desafío de reducir la brecha con China y Estados Unidos, países que dominan el sector con inversiones masivas y avances tecnológicos.
El presidente Emmanuel Macron ve esta cumbre como una oportunidad para impulsar la competitividad europea en IA. Con la reciente irrupción del chatbot chino DeepSeek y el anuncio de Estados Unidos de destinar 500.000 millones de dólares a infraestructuras de inteligencia artificial, la urgencia de una respuesta europea se hace evidente. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ya presentó un plan en enero para “reiniciar el motor” de la innovación en el continente.
Una cumbre con los líderes de la IA
La lista de participantes de la cumbre es impresionante. Desde Silicon Valley hasta Asia, los titanes de la IA estarán presentes: Sam Altman (OpenAI), Sundar Pichai (Google), Demis Hassabis (DeepMind), Dario Amodei (Anthropic) y Arthur Mensch (Mistral AI). También se espera la presencia de altos funcionarios como el vicepresidente estadounidense J.D. Vance, el vicepresidente de China, el canciller alemán Olaf Scholz y el primer ministro indio Narendra Modi.
A pesar de la expectativa, la confirmación de algunos nombres sigue pendiente. Elon Musk, dueño de X y figura clave en el debate sobre IA, aún no ha confirmado su asistencia, al igual que Liang Wenfeng, fundador de DeepSeek.
El evento no solo servirá para discutir la regulación y el desarrollo de la IA, sino también para presentar al mundo a las 750 ‘start-ups’ francesas de IA, que buscan hacerse un hueco en el competitivo mercado tecnológico.
Un paso hacia la regulación global de la IA
Uno de los temas más delicados de la cumbre será la regulación de la inteligencia artificial. Actualmente, solo siete países apoyan una iniciativa global para establecer normas claras, lo que ha generado tensiones en la comunidad internacional. No obstante, el pasado 2 de febrero entraron en vigor las primeras medidas del AI Act, el reglamento europeo sobre inteligencia artificial.
Francia espera que al término del evento se logre firmar un comunicado conjunto sobre los principios de gestión de la IA a nivel mundial. Aunque no será un documento vinculante, sería un paso importante para la gobernanza de la inteligencia artificial.
IA, confianza y sostenibilidad
La cumbre también busca acercar la IA al público general. Por ello, se han programado eventos culturales en la Biblioteca Nacional de Francia y en la Conserjería, donde se mostrarán aplicaciones positivas de la IA para fomentar la confianza en la tecnología. Según una encuesta reciente, el 79% de los franceses siente inquietud ante la inteligencia artificial generativa, un porcentaje que ha aumentado en los últimos nueve meses.
Otro tema clave será el impacto ambiental de la IA. Se estima que para 2030, los centros de datos consuman el 3% de la electricidad mundial, lo que plantea desafíos de sostenibilidad. Para ilustrarlo, una conversación con ChatGPT consume 10 veces más electricidad que una simple búsqueda en Google.
Para enfrentar estos retos, Francia busca recaudar 2.500 millones de euros en cinco años para crear una fundación internacional de IA, combinando recursos públicos y privados. La meta es proporcionar herramientas de código abierto que permitan desarrollar modelos de IA accesibles y sostenibles.
París se prepara así para ser el centro del debate sobre el futuro de la inteligencia artificial, con una agenda ambiciosa que podría marcar un antes y un después en la gobernanza tecnológica global.

