En 2024, la inversión en inteligencia artificial (IA) alcanzó cifras sorprendentes, desafiando todas las expectativas. Con un total de 100.400 millones de dólares invertidos, este sector no solo ha capturado la atención de los inversores, sino que también ha disparado las valoraciones de algunas de las startups más prominentes del momento. Pero, ¿es todo oro lo que reluce?
La estrella más reciente en este escenario es Databricks, una empresa de tecnología de datos que en diciembre cerró una ronda de financiación histórica, recaudando 10.000 millones de dólares y alcanzando una valoración de 62.000 millones. Lo curioso es que, en sus previsiones iniciales, la compañía esperaba obtener solo 4.000 millones. La demanda fue tan grande que los compromisos de inversión superaron los 19.000 millones de dólares. Este fervor por la IA está generando un clima de enorme optimismo, pero también inquietud.
«Cuando compañías que no tienen nada consiguen valoraciones de miles de millones de dólares, eso es una burbuja», comentó Ali Ghodsi, CEO de Databricks, durante un evento posterior a la operación. La frase resuena en un mercado que se siente cada vez más sobrecalentado. Y si bien las expectativas de crecimiento en IA son elevadas, analistas como Benjamin Lawrence de CB Insights advierten que la industria está claramente en una «burbuja» que podría estallar en los próximos años. Las cifras son impresionantes: en el último trimestre de 2024, se invirtieron casi 44.000 millones de dólares en IA, una anomalía que muchos consideran difícil de repetir.
Al mismo tiempo, compañías como OpenAI, xAI y Anthropic están liderando el mercado con valoraciones que, en algunos casos, se han multiplicado por más de tres en apenas un año. OpenAI, por ejemplo, logró recaudar 6.600 millones de dólares, alcanzando una valoración de 157.000 millones. xAI, la empresa fundada por Elon Musk, fue valorada en 50.000 millones después de una ronda de 6.000 millones de dólares. Estas gigantes de la IA, junto con otras startups en rápido crecimiento, acaparan más del 40% de la inversión en IA, lo que refleja el enorme potencial de este sector.
Sin embargo, no todos los sectores están experimentando un auge similar. En comparación con la IA, las inversiones en áreas como fintech o salud han mostrado un crecimiento más moderado, e incluso han disminuido en algunos casos. La diferencia de crecimiento es clara, y los fondos inyectados en IA suponen un 37% del total invertido en startups, un porcentaje significativamente superior al de años anteriores.
Mientras tanto, la inversión en IA no solo está centrada en Estados Unidos. En Europa, las startups de IA generativa también están captando una cantidad considerable de fondos. Sin embargo, la brecha con Estados Unidos sigue siendo grande. A pesar de este auge, muchos expertos siguen alertando sobre los riesgos que conlleva este rápido crecimiento. En palabras de Lawrence, «en los próximos tres o cuatro años veremos quiénes son los verdaderos ganadores y quiénes no lograrán sobrevivir a esta ola de inversión».
En este contexto, la inteligencia artificial sigue siendo una de las apuestas más atractivas para los inversores, pero el futuro podría traer consigo la realidad de una burbuja que, en su momento, podría desinflarse.