Cautivando a los inversores: la inteligencia artificial reescribe las reglas del capital riesgo
A medida que el mundo enfrentaba un mercado de financiación estancado en los últimos años, la inteligencia artificial emergió como la chispa que encendió de nuevo el entusiasmo inversor. En 2024, las empresas emergentes de IA lograron un récord histórico al capturar el 46.4% de los 209 mil millones de dólares recaudados por capital riesgo en Estados Unidos, según datos de PitchBook. Este porcentaje contrasta con menos del 10% que representaban hace apenas una década, marcando un cambio radical en el panorama financiero.
Todo comenzó con el gran éxito de ChatGPT de OpenAI a fines de 2022. Este avance no solo transformó cómo las personas interactúan con la tecnología, sino que también demostró el potencial comercial de la IA, atrayendo la atención y el dinero de los inversores. Desde entonces, empresas emergentes como OpenAI y xAI, de Elon Musk, han cerrado rondas de financiación por 6,600 millones y 12,000 millones de dólares respectivamente. Estas cifras, impresionantes por sí solas, subrayan la confianza en el sector, a pesar de que muchas de estas empresas aún no son rentables.
Sin embargo, este optimismo no viene sin riesgos. James Cross, director ejecutivo de Franklin Venture Partners, advierte que las empresas deberán superar hitos comerciales clave para seguir atrayendo inversiones en un mercado que, aunque generoso, también está en busca de valoraciones reales. «El acceso al capital infinito no será eterno», señala.
Mientras tanto, los fondos de capital riesgo también enfrentan sus propios desafíos. En 2024, recaudaron 76,000 millones de dólares, la cifra más baja en cinco años, aunque nombres destacados como Andreessen Horowitz y General Catalyst lograron asegurar una parte significativa. Las salidas, o «exits», siguen siendo un área problemática. Aunque el valor de estas subió a 149,200 millones de dólares en 2024 desde un mínimo de siete años en 2023, siguen siendo una fracción de los 841,500 millones alcanzados en 2021.
A pesar de los retos, las perspectivas son alentadoras. Con la administración entrante del presidente Donald Trump, las políticas favorables a la tecnología podrían reavivar los mercados de fusiones y adquisiciones y de ofertas públicas iniciales (IPO). Brijesh Jeevarathnam, de Adam Street Partners, es optimista: «Después de dos años anémicos, el potencial alcista en las salidas es evidente. Podríamos ver más empresas cotizando en bolsa para 2025».
La inteligencia artificial ha demostrado su capacidad para no solo innovar, sino también redefinir el panorama financiero. A medida que 2024 da paso a un nuevo año, la pregunta es si este impulso puede sostenerse en un sector que aún busca equilibrar su potencial revolucionario con resultados tangibles.